El último apagón pilló desprevenidos a millones de hogares.
Quizá estabas en casa, confiado, y de pronto… silencio absoluto. Todo se apagó.
Ascensores parados, neveras que empiezan a perder el frío, móviles descargándose sin remedio.
Comunicaciones cortadas. Calles a oscuras. Trenes detenidos.
Los comercios cerrando antes de tiempo. Los hospitales en alerta máxima.
Quizá pensaste: “Esto no puede estar pasando”. Pero pasó.
Y nadie pudo hacer nada para evitarlo.

¿Recuerdas la sensación?

La incertidumbre de no saber cuándo volvería la luz.
El miedo por tus hijos, por tus mayores, por tus vecinos.
La angustia de abrir la nevera y notar el frío desapareciendo.
La frustración de querer pedir ayuda y ver la batería de tu móvil a punto de agotarse.
Ahora imagina que vuelve a pasar esta noche.
¿Estás preparado?
¿Tienes todo lo necesario para proteger a tu familia si la oscuridad vuelve a tu puerta?
No es cuestión de “si”, sino de “cuándo”.

Porque lo que ayer parecía impensable, hoy ya ha ocurrido.